Cosntanzo declaró en Paraná que NAvones, fallecido, se apropió de un hijo de desaparecidos.
Tras las huellas de otro bebé robado
El agente de inteligencia Eduardo “Tucu” Constanzo, preso por delitos de lesa humanidad, pidió ayer en el juicio en Paraná que le hagan exámenes de ADN al hijo y al sobrino del oficial Navone, porque sería el hijo de Raquel Negro, desaparecida.
Eduardo “Tucu” Constanzo, ex personal civil de inteligencia (PCI) del Segundo Cuerpo de Ejército, afirmó ayer que el oficial Paul Navone, fallecido en 2008, se quedó con el mellizo varón de la detenida-desaparecida Raquel Negro, nacido en el Hospital Militar de la capital entrerriana en 1978. El ex miembro de la estructura represiva santafesina que aportó datos claves sobre el funcionamiento de una maternidad clandestina en ese hospital pidió que le hagan “estudios de ADN al hijo y al sobrino de Navone, que vive en Casilda, porque siempre se comentó que Navone tenía un hijo de desaparecidos, o él o el hermano”. El ex oficial Jorge Fariña, imputado por su participación en las apropiaciones, pidió ampliar su indagatoria ante el Tribunal Oral Federal de Paraná para decir que Constanzo es “un fabulador, mentiroso, mitómano, estafador, un personaje perverso”, y sugirió reencauzar la investigación hacia el propio Constanzo, que aportó datos valiosos, y hacia Navone, ex jefe del Destacamento de Inteligencia 122 de Rosario que apareció muerto en un hotel de Córdoba el día que debía declarar en la causa Hospital Militar.
Constanzo, que cumple una condena de prisión domiciliaria perpetua por su participación en la represión ilegal, negó haber conocido personalmente a Navone y advirtió que lleva un año y medio “luchando para que este atorrante del juez (federal, Marcelo) Bailaque le tome declaración a Carlos Razetti, que tiene para decir quiénes mataron a Raquel Negro y quién tiene el mellizo”. Cuando el presidente del tribunal le preguntó quién era Razetti, explicó que “es el hijo del dirigente justicialista asesinado por la Triple A en octubre de 1973, Constantino Razetti”.
Constanzo, citado como testigo, reveló que “hay un periodista que vive en Barcelona, Oscar Copaitich, que viene dando alaridos a través de Internet diciendo quiénes mataron a Raquel Negro y quiénes tienen al hijo” y aclaró que el periodista “se crió con Navone en Casilda, donde se comenta que tenían un hijo de desaparecidos, él o el hermano”.
Sobre el asesinato de Negro, el represor contó que una noche, estando en el centro clandestino La Intermedia, vio llegar a desconocidos en un Peugeot 504 que traía en el baúl el cadáver de la mujer desnuda, atada y con una bolsa en la cabeza. Dijo que ese episodio coincidió con el asesinato de 16 presos políticos que había en ese lugar. “Al cadáver lo sacaron del baúl y lo llevaron con los otros muertos al camión, para trasladarlos al aeropuerto y tirarlos al mar”, declaró bajo juramento. Luego se dirigió a los hijos de Raquel Negro, Sabrina Gullino y Sebastián Alvarez: “Mírenle bien el rostro a Marino González (uno de los militares que está siendo juzgado) porque él es el último que tocó a su madre”, les confió. “El era quien tiraba a la gente de los aviones”, precisó.
Tras la declaración del ex PCI, el ex oficial de inteligencia Fariña pidió ampliar su declaración indagatoria. “Creo que la investigación debe dirigirse y profundizarse sobre Constanzo y Navone”, propuso. “Yo no tengo absolutamente nada que ver”, dijo. “Ojalá se llegue a buen término y ojalá se sepa qué es lo que sucedió con los mellizos de la señora Raquel Negro”, completó. En la causa también están imputados los militares retirados Juan Amelong, Walter Pagano, Marino González y Pascual Guerrieri y el médico Juan Antonio Zaccaría. Están acusados de haber trasladado a Raquel Negro hasta el hospital militar local para dar a luz mellizos. La niña, abandonada en un orfanato, recuperó su identidad en 2008, en parte por el relato de Constanzo, que dio detalles sobre el traslado de la mujer a Paraná. Continúa la búsqueda de su hermano mellizo.
Tras las huellas de otro bebé robado
El agente de inteligencia Eduardo “Tucu” Constanzo, preso por delitos de lesa humanidad, pidió ayer en el juicio en Paraná que le hagan exámenes de ADN al hijo y al sobrino del oficial Navone, porque sería el hijo de Raquel Negro, desaparecida.
Eduardo “Tucu” Constanzo, ex personal civil de inteligencia (PCI) del Segundo Cuerpo de Ejército, afirmó ayer que el oficial Paul Navone, fallecido en 2008, se quedó con el mellizo varón de la detenida-desaparecida Raquel Negro, nacido en el Hospital Militar de la capital entrerriana en 1978. El ex miembro de la estructura represiva santafesina que aportó datos claves sobre el funcionamiento de una maternidad clandestina en ese hospital pidió que le hagan “estudios de ADN al hijo y al sobrino de Navone, que vive en Casilda, porque siempre se comentó que Navone tenía un hijo de desaparecidos, o él o el hermano”. El ex oficial Jorge Fariña, imputado por su participación en las apropiaciones, pidió ampliar su indagatoria ante el Tribunal Oral Federal de Paraná para decir que Constanzo es “un fabulador, mentiroso, mitómano, estafador, un personaje perverso”, y sugirió reencauzar la investigación hacia el propio Constanzo, que aportó datos valiosos, y hacia Navone, ex jefe del Destacamento de Inteligencia 122 de Rosario que apareció muerto en un hotel de Córdoba el día que debía declarar en la causa Hospital Militar.
Constanzo, que cumple una condena de prisión domiciliaria perpetua por su participación en la represión ilegal, negó haber conocido personalmente a Navone y advirtió que lleva un año y medio “luchando para que este atorrante del juez (federal, Marcelo) Bailaque le tome declaración a Carlos Razetti, que tiene para decir quiénes mataron a Raquel Negro y quién tiene el mellizo”. Cuando el presidente del tribunal le preguntó quién era Razetti, explicó que “es el hijo del dirigente justicialista asesinado por la Triple A en octubre de 1973, Constantino Razetti”.
Constanzo, citado como testigo, reveló que “hay un periodista que vive en Barcelona, Oscar Copaitich, que viene dando alaridos a través de Internet diciendo quiénes mataron a Raquel Negro y quiénes tienen al hijo” y aclaró que el periodista “se crió con Navone en Casilda, donde se comenta que tenían un hijo de desaparecidos, él o el hermano”.
Sobre el asesinato de Negro, el represor contó que una noche, estando en el centro clandestino La Intermedia, vio llegar a desconocidos en un Peugeot 504 que traía en el baúl el cadáver de la mujer desnuda, atada y con una bolsa en la cabeza. Dijo que ese episodio coincidió con el asesinato de 16 presos políticos que había en ese lugar. “Al cadáver lo sacaron del baúl y lo llevaron con los otros muertos al camión, para trasladarlos al aeropuerto y tirarlos al mar”, declaró bajo juramento. Luego se dirigió a los hijos de Raquel Negro, Sabrina Gullino y Sebastián Alvarez: “Mírenle bien el rostro a Marino González (uno de los militares que está siendo juzgado) porque él es el último que tocó a su madre”, les confió. “El era quien tiraba a la gente de los aviones”, precisó.
Tras la declaración del ex PCI, el ex oficial de inteligencia Fariña pidió ampliar su declaración indagatoria. “Creo que la investigación debe dirigirse y profundizarse sobre Constanzo y Navone”, propuso. “Yo no tengo absolutamente nada que ver”, dijo. “Ojalá se llegue a buen término y ojalá se sepa qué es lo que sucedió con los mellizos de la señora Raquel Negro”, completó. En la causa también están imputados los militares retirados Juan Amelong, Walter Pagano, Marino González y Pascual Guerrieri y el médico Juan Antonio Zaccaría. Están acusados de haber trasladado a Raquel Negro hasta el hospital militar local para dar a luz mellizos. La niña, abandonada en un orfanato, recuperó su identidad en 2008, en parte por el relato de Constanzo, que dio detalles sobre el traslado de la mujer a Paraná. Continúa la búsqueda de su hermano mellizo.
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