miércoles, 16 de enero de 2013

La causa por la sustracción de Pablo Gaona Miranda, el último nieto recuperado

El primo que ofició de entregador

Abuelas de Plaza de Mayo pidió la elevación a juicio oral de la causa, y entre los acusados figura Héctor Salvador Girbone, quien se desempeñó en el Ejército durante la dictadura e incluso hasta septiembre del año pasado.
Pablo Javier Gaona Miranda es el 106º nieto recuperado por las Abuelas.
 
 
Por Alejandra Dandan

Pablo Javier Gaona Miranda se acercó la primera vez a la sede de Abuelas de Plaza de Mayo con dudas acerca de quién era. Entre otras cosas, llenó un formulario cuya respuesta ahora está en el expediente judicial. En Abuelas, le preguntaron si tenía “parientes, amigos o vecinos en las fuerzas armadas o de seguridad”. Pablo, que en ese momento tenía otro nombre y creía que era “hijo adoptivo”, respondió que el primo de su padre era militar. Héctor campaSalvador Girbone estuvo en el Ejército durante la dictadura y siguió en esa fuerza hasta septiembre del año pasado, cuando quedó detenido por su apropiación. La semana pasada, Abuelas pidió la elevación a juicio oral de la causa en el juzgado de María Servini de Cubría: entre los acusados, además de los dos apropiadores, figura Girbone, a quien la denuncia sitúa como “entregador”.

Pablo Javier Gaona Miranda es el último nieto recuperado, a quien Abuelas presentó el año pasado como el nieto identificado número 106. Es hijo de Ricardo Gaona y María Rosa Miranda. Nació el 13 de abril de 1978 en el Hospital Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires. Un mes después, el 14 de mayo de 1978, sus padres y él recién nacido participaron de un encuentro familiar en Villa Martelli. Esa noche no volvieron a su casa, desde entonces la familia no tuvo más noticias de ellos y hoy la causa indica que ese día los tres fueron secuestrados por agentes del Ejército argentino o de otras fuerzas represivas que actuaban bajo su control. “En algún momento, entre aquel día y el 8 de agosto de 1978 –continúa el expediente–, Pablo Javier fue sustraído de la esfera de custodia de sus padres por agentes del Ejército, entre los que se encontraba Héctor Salvador Girbone que entregó el niño al matrimonio compuesto por su primo Salvador Norberto Girbone y Haydeé Raquel Alí Ahmed, a fin de que éstos lo inscribieran en los registros públicos como si fuera su propio hijo y lo criaran como tal.”

Cuando Abuelas difundió la noticia de la recuperación de la identidad de Pablo, poco se sabía sobre Héctor Salvador Girbone que todavía en septiembre del año pasado seguía en el Ejército, trabajando en una oficina administrativa. De acuerdo con su legajo personal, estuvo en el Ejército durante el período completo de la última dictadura. En 1978 tenía el rango de teniente primero y de su “Informe de Calificación” correspondiente al año 1977-1978 se desprende que entre el 5 de diciembre de 1977 y el 3 de octubre de 1978 tuvo como destino la Escuela de Caballería en Campo de Mayo. También tuvo destinos en la Escuela de Inteligencia, entre ellos, en marzo de 1981 estuvo como oficial de Inteligencia de la Plana Mayor de la misma Escuela de Caballería.

En el escrito de “elevación” del juicio, el abogado de Abuelas Alan Iud retoma estos antecedentes para marcar relaciones de Girbone con la causa. Una de ellas es que el operativo del secuestro de los Gaona Miranda se produjo en mayo de 1978, durante el período en el que Girbone estaba en Campo de Mayo. El lugar de la caída, que fue Villa Martelli, dependía operacionalmente de la zona de Defensa IV: es decir, el Comando de Institutos Militares, ubicado dentro de la guarnición militar de Campo de Mayo, del cual dependía la Escuela de Caballería.

Otro dato que señala la “elevación” es que el certificado falso de “constatación de nacimiento” lo firmó un médico llamado Ricardo Nicolás Lederer. Para el año 1978, Lederer se desempeñó en el Hospital Militar de Campo de Mayo, donde estaba la “maternidad clandestina”. Los abogados indican que de la lectura de los legajos “surge con toda claridad” que Lederer y Girbone se conocían, no solo porque compartieron destino en Campo de Mayo para la fecha de los hechos, sino también porque entre 1976 y 1977 habían estado juntos en la provincia de Salta.

Cuando fue a Abuelas, Pablo también habló de ese “padrino”. Contó que él siempre supo que era “adoptado”, pero dijo que sus primeras dudas acerca de que podía ser hijo de desaparecidos surgieron entre fines de 2002 y principios de 2003, cuando supo que “el primo de mi padre era militar”. No se acercó a Abuelas, sin embargo, hasta años más tarde. Entre ese momento y el año 2008 atravesó “un proceso interno”, pero nunca planteó el tema ni habló sobre sus dudas con las personas que lo criaron. “A fines de 2008 le planteo a mi madre la necesidad de querer saber quién era yo –contó Pablo–, y específicamente le dije que yo creía que podía ser hijo de desaparecidos y que quería ir a Abuelas a hacerme un ADN. Yo le hice este comentario, y ella me dijo que también sospechaba que yo podía ser hijo de desaparecidos. No me lo dijo con esas palabras, me lo dio a entender.”

En ese momento, Pablo también dijo que Alí Ahmed “hace muy poco me comenta que me fueron a buscar a un, no sé el lugar, no sé si era una casa de monjas o un instituto en San Fernando, ahí es donde tuvieron el contacto conmigo. Esto lo sé hace tres semanas, después de los resultados del ADN. Héctor Girbone es el que avisa que en ese lugar había varios chicos”.

Otro tramo de la causa señala que Alí Ahmed en realidad sabía que Pablo era hijo de desaparecidos. Pablo contó en una entrevista que, por ejemplo, esa vez, en 2008, cuando él le dijo a ella que quería ir a Abuelas, la mujer “se quedó paralizada, le dijo que por favor no venga, que sí era hijo de desaparecidos, que lo había traído este tío padrino”.

“Desde el 2003 me empezó a interesar el tema de los desaparecidos y barajé la chance de ser víctima del robo de bebés”, registra la causa las palabras de Pablo. “Sentía la duda, pero me negué durante mucho tiempo; me hacía el tonto. Yo tenía una vida construida, es una situación dura... A fines de 2008 me estaba sintiendo mal. Lo hablé con mi apropiadora y me lo reconoció. Ahí se me aclaró todo. Me paralicé. Necesité mi tiempo, estudié la situación, empecé a leer sobre el terrorismo de Estado... Este año llamé a Abuelas, donde encontré toda la contención que necesitaba”.

Girbone trabajó en el Ejército hasta el momento de su detención en septiembre del año pasado, cuando quedó detenido en el Servicio Penitenciario de Marcos Paz. El 2 de noviembre de 2012, el mayor del Ejército Edgardo Benjamín Carloni indicó que Girbone “cumplía funciones administrativas en una repartición de la institución y resulta necesario disponer la cesantía del mismo de acuerdo a la información que el juzgado brinde a esta instancia”. Según datos del Ministerio de Defensa, por cuestiones de garantías procesales el organismo pidió al juzgado la información de la causa para tomar la decisión.