María Felicitas Elías |
María Felicitas Elías, asistente social.
Las complicidades de la jueza Pons
Por Alejandra Dandan
El juzgado civil de Marta Pons en la dictadura. Una conversación con Ramón Camps. El momento en el que la jueza rompe el documento de un bebé de nueve meses con síndrome de down buscado por Abuelas de Plaza de Mayo. La orden de internar a los hermanos Ramírez en el Hogar Belén porque eran hijos de “un montonero que traicionó la Constitución argentina”. Esos fueron algunos pasajes que describió en el juicio por el plan sistemático de robo de bebés María Felicitas Elías, la asistente social que trabajó en el juzgado de la ya muerta jueza Pons durante la dictadura.
Alguna vez, después de la visita al juzgado de Chicha Mariani y Estela de Carlotto, María Felicitas escuchó una conversación entre su entonces jefa y el jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps. “Estuvieron las viejas”, le dijo. Eran principios de los ’80. “Les dije que no tengo ningún chico de los que buscan.”
Las abuelas dejaron carpetas con datos y fotos de chicos, entre ellos Emiliano Ginés, el bebé de nueve meses con síndrome de down que llegó al juzgado en los brazos de un policía bonaerense con el documento colgado en el pecho. “La jueza sale de su oficina en ese instante, yo estaba ahí –dijo María Felicitas–. Rompió el documento y lo tiró al tacho de basura.” El bebé fue internado en el hospital Sor María Ludovica, donde falleció meses después.
Otro caso en el que Elías tuvo intervención directa fue el de los tres hermanos Ramírez, derivados al juzgado luego de que los militares ametrallaron a su madre y detuvieron al padre. “Los pedía una tía paterna, la visité y redacté un informe a favor de darle la guarda, pero la jueza me llamó a su despacho y me dijo que no era lo que esperaba, que eran hijos de un paraguayo montonero que había desafiado la Constitución Nacional y no merecía recuperarlos”, recordó. Los niños recién pudieron reunirse con su padre en Suecia en democracia.
Los jueces preguntaron por otros jueces de menores, entre ellos el actual integrante del Tribunal Oral Federal 3º, Guillermo Gordo, ex yerno de Pons y quien como presidente del TOF 5 absolvió a tres de los cinco acusados en el juicio de jefes de áreas. “Trabajaba con nosotros, primero fue oficial mayor, luego secretario y el papá de Guillermo era general.” También nombró a “Raúl Donadio, actual juez de Menores”.
“Los juzgados de Menores de la época no tenían alzada –explicó–: una decisión del juez definía el futuro de los niños hasta la mayoría de edad, era un modo de intervención perverso.”
La jueza Pons se jubiló en 1984 y murió en 1994. Hacia el final del período de trabajo, a Elías le tocó intervenir en la adopción que hizo, en democracia, Magnetto. “Dijeron que él y su esposa un domingo por la mañana estaban circulando por la avenida Pavón y, en un semáforo, una mujer les golpeó el vidrio y les entregó una bebé.”
Por Alejandra Dandan
El juzgado civil de Marta Pons en la dictadura. Una conversación con Ramón Camps. El momento en el que la jueza rompe el documento de un bebé de nueve meses con síndrome de down buscado por Abuelas de Plaza de Mayo. La orden de internar a los hermanos Ramírez en el Hogar Belén porque eran hijos de “un montonero que traicionó la Constitución argentina”. Esos fueron algunos pasajes que describió en el juicio por el plan sistemático de robo de bebés María Felicitas Elías, la asistente social que trabajó en el juzgado de la ya muerta jueza Pons durante la dictadura.
Alguna vez, después de la visita al juzgado de Chicha Mariani y Estela de Carlotto, María Felicitas escuchó una conversación entre su entonces jefa y el jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps. “Estuvieron las viejas”, le dijo. Eran principios de los ’80. “Les dije que no tengo ningún chico de los que buscan.”
Las abuelas dejaron carpetas con datos y fotos de chicos, entre ellos Emiliano Ginés, el bebé de nueve meses con síndrome de down que llegó al juzgado en los brazos de un policía bonaerense con el documento colgado en el pecho. “La jueza sale de su oficina en ese instante, yo estaba ahí –dijo María Felicitas–. Rompió el documento y lo tiró al tacho de basura.” El bebé fue internado en el hospital Sor María Ludovica, donde falleció meses después.
Otro caso en el que Elías tuvo intervención directa fue el de los tres hermanos Ramírez, derivados al juzgado luego de que los militares ametrallaron a su madre y detuvieron al padre. “Los pedía una tía paterna, la visité y redacté un informe a favor de darle la guarda, pero la jueza me llamó a su despacho y me dijo que no era lo que esperaba, que eran hijos de un paraguayo montonero que había desafiado la Constitución Nacional y no merecía recuperarlos”, recordó. Los niños recién pudieron reunirse con su padre en Suecia en democracia.
Los jueces preguntaron por otros jueces de menores, entre ellos el actual integrante del Tribunal Oral Federal 3º, Guillermo Gordo, ex yerno de Pons y quien como presidente del TOF 5 absolvió a tres de los cinco acusados en el juicio de jefes de áreas. “Trabajaba con nosotros, primero fue oficial mayor, luego secretario y el papá de Guillermo era general.” También nombró a “Raúl Donadio, actual juez de Menores”.
“Los juzgados de Menores de la época no tenían alzada –explicó–: una decisión del juez definía el futuro de los niños hasta la mayoría de edad, era un modo de intervención perverso.”
La jueza Pons se jubiló en 1984 y murió en 1994. Hacia el final del período de trabajo, a Elías le tocó intervenir en la adopción que hizo, en democracia, Magnetto. “Dijeron que él y su esposa un domingo por la mañana estaban circulando por la avenida Pavón y, en un semáforo, una mujer les golpeó el vidrio y les entregó una bebé.”
Y me parece excelente, 0 tolerancia a los terroristas. Imagínese que inculquen las mismas ideas de odio y asesinato a sus hijos. Estarían creando una nueva generación de terroristas.
ResponderEliminarSi, Maximiliano, excelente, por eso el bebé con Síndrome de Down murió a los pocos meses abandonado en un Hospital y los 3 pibes Ramirez fueron abusados durante años por gente como vos, gente careta hipócrita y chupavela que se hace la cristiana pero a la que Jesús vomitaría por basura. Dios te devuelva toda la porquería que destilas.
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