Oscar Kopaitich declara en la causa por la apropiación del mellizo Valenzuela-Negro.
Organizados para vender a los bebés
El testigo está citado para mañana, en Paraná. Contó que en Rosario funcionaba una estructura dedicada a la comercialización de chicos nacidos en cautiverio durante la dictadura. Ratificó que el suicidado Paúl Navone se quedó con el niño.
Por Juan Cruz Varela
Desde Paraná
La investigación sobre el destino del mellizo varón de Raquel Negro y Tulio Valenzuela continúa su curso en el Juzgado Federal de Paraná y mañana declarará por videoconferencia Oscar Natalio Kopaitich, un militante peronista residente en Barcelona. Se trata de un militante de la JP, enrolado en la denominada Tendencia Peronista, a quien Eduardo Costanzo mencionó durante el juicio realizado el año pasado como alguien que podría tener datos sobre el destino que tuvo el chico. En diálogo con Rosario/12, Kopaitich adelantó detalles escalofriantes sobre el funcionamiento de una estructura dedicada a comercializar a los hijos de desaparecidos, algo que de comprobarse abre un panorama inédito sobre el plan sistemático de robo de bebés. Lo cierto es que después de muchas idas y venidas, finalmente Kopaitich declarará mañana, desde la embajada argentina en Madrid, a través de un sistema de videoconferencia, en la causa que se tramita en Juzgado Federal de Paraná como "NN López", que se inició para establecer el paradero del mellizo.
Además, Kopaitich agregó más datos a la sugerencia que Costanzo dejó picando durante el juicio y ratificó sus sospechas sobre Paúl Alberto Navone, un agente de inteligencia que apareció muerto el 25 de febrero de 2008, el día en que debía presentarse a declarar como imputado en la causa que se investigaba en Paraná.
-¿Cómo se enteró de la historia de Raquel Negro y Tulio Valenzuela?
-En 1978 yo estaba muy involucrado con la Juventud Peronista y me avisaron que era prudente que me fuera del país por un tiempo. Estuve en Italia el tiempo necesario como para que se fregara la cosa conmigo y luego pude volver. Cuando volví, me encontré con un compañero en quien yo confiaba muchísimo, que hoy está fallecido, que me contó lo que había pasado con Tucho Valenzuela y de su arreglo con (el jefe del Segundo Cuerpo de Ejército, Leopoldo) Galtieri. Así me enteré absolutamente de todo: lo que pasó en la Quinta de Funes y el paso de los detenidos por la Escuela Magnasco hasta tanto (Juan Daniel) Amelong acondicionara un campo de su familia, que se llamó La Intermedia, que está exactamente enfrente de la estación de servicios YPF, sobre la autopista Rosario-Santa Fe, muy cerca del río Carcarañá.
-¿Le contaron también lo que había pasado con los mellizos?
-Sí. Esto es tan terrible que parece alucinante. A Navone se le ocurre quedarse con el varón, pero no con la nena. A la nena la llevaron Amelong y (Walter) Pagano hasta Rosario y la dejaron en el Hogar del Huérfano. Pusieron un escarbadientes en el timbre que está sobre la calle Maipú para que las monjas se vieran obligadas a recogerla y ellos poder escapar. En cuanto al chico, nació con algún problemita de salud, que no era nada serio, sino algo que suele ocurrir en los partos múltiples, porque tragó un poquito de líquido amniótico. Por eso dijeron que tenía problemas, que se había ahogado y había nacido muerto. Eso es mentira. Es un invento de Navone para quedarse con el niño. Lo atendieron en el Instituto Privado de Pediatría hasta que salió del cuadro y de ahí fue a parar a la casa de Norma Ramos, que era una celadora de la Policía de Menores de Rosario y tenía una casa en la zona sur, en los aledaños de Uriburu y Oroño, adonde iban a parar todos los bebés para después negociarlos. De eso se ocupaba una abogada, Leyla Perazzo, y el precio variaba según las características fisonómicas de los chicos. Ahí fue a parar el hijo de Raquel Negro y de ahí lo sacó Navone.
-De esta respuesta se infiere que había un grupo dedicado a la comercialización de bebés. ¿Solo lo hacían con hijos de desaparecidos o había una red más amplia?
-Bueno... la segunda parte de la pregunta involucra el contenido de la primera también. Y debo decir que no. Era solo una parte de la logística con la que contaban para el caso de los hijos de desaparecidos y aquellos que sobrevivían a enfrentamientos armados. Ese era el método que utilizaban en esta área, no sé como operaban en otras regiones. Aunque también hay casos de chicos que fueron entregados a sus familias.
-¿Qué relación tenían Ramos y Perazzo con la patota del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario?
-(Risas) Eran miembros de la patota y se valían de su condición de policías. Por supuesto que también recibían algunos aportes adicionales en su sueldo por esta función tan importante que desempeñaban.
-Se sabe que Amelong y Pagano se llevaron a la nena, pero ¿quien llevó al varón a esa casa?
-No lo sé. Quién se llevó al niño a la casa de Norma Ramos, no lo sé.
-¿Por qué Navone querría apropiarse del varón siendo que ya tenía hijos?
-Sí. Lo de Navone en relación con Raquel Negro también es muy tétrico. Cuando a Raquel Negro la ingresaron en el Hospital Militar de Paraná, estuvo con cuidados especiales hasta que se produjo el parto, pero después había que cumplir la orden de Galtieri de fusilarla, porque ese era el costo que debía pagar por la traición de Tucho Valenzuela. Como Amelong y (Pascual) Guerrieri sabían que Navone quería quedarse con el niño, lo obligaron a fusilarla. Entonces la llevaron a los fondos del hospital, prácticamente desnuda, con ella sosteniéndose el vientre todavía, y Navone pidiéndoles a Amelong y Guerrieri que fueran ellos quienes la maten. Pero los otros lo obligaron a que lo hiciera y Navone la fusiló con un tiro en la frente. Por eso ella volvió a La Intermedia desnuda y con una bolsa de nylon en la cabeza, para que no les ensuciara el baúl del Peugeot 504, que manejaba Marino González. Parece kafkiano, pero fue así. Y ahí fue entonces que le entregaron el niño. Pero el que tuvo que apretar el gatillo fue Navone.
Organizados para vender a los bebés
El testigo está citado para mañana, en Paraná. Contó que en Rosario funcionaba una estructura dedicada a la comercialización de chicos nacidos en cautiverio durante la dictadura. Ratificó que el suicidado Paúl Navone se quedó con el niño.
Por Juan Cruz Varela
Desde Paraná
La investigación sobre el destino del mellizo varón de Raquel Negro y Tulio Valenzuela continúa su curso en el Juzgado Federal de Paraná y mañana declarará por videoconferencia Oscar Natalio Kopaitich, un militante peronista residente en Barcelona. Se trata de un militante de la JP, enrolado en la denominada Tendencia Peronista, a quien Eduardo Costanzo mencionó durante el juicio realizado el año pasado como alguien que podría tener datos sobre el destino que tuvo el chico. En diálogo con Rosario/12, Kopaitich adelantó detalles escalofriantes sobre el funcionamiento de una estructura dedicada a comercializar a los hijos de desaparecidos, algo que de comprobarse abre un panorama inédito sobre el plan sistemático de robo de bebés. Lo cierto es que después de muchas idas y venidas, finalmente Kopaitich declarará mañana, desde la embajada argentina en Madrid, a través de un sistema de videoconferencia, en la causa que se tramita en Juzgado Federal de Paraná como "NN López", que se inició para establecer el paradero del mellizo.
Además, Kopaitich agregó más datos a la sugerencia que Costanzo dejó picando durante el juicio y ratificó sus sospechas sobre Paúl Alberto Navone, un agente de inteligencia que apareció muerto el 25 de febrero de 2008, el día en que debía presentarse a declarar como imputado en la causa que se investigaba en Paraná.
-¿Cómo se enteró de la historia de Raquel Negro y Tulio Valenzuela?
-En 1978 yo estaba muy involucrado con la Juventud Peronista y me avisaron que era prudente que me fuera del país por un tiempo. Estuve en Italia el tiempo necesario como para que se fregara la cosa conmigo y luego pude volver. Cuando volví, me encontré con un compañero en quien yo confiaba muchísimo, que hoy está fallecido, que me contó lo que había pasado con Tucho Valenzuela y de su arreglo con (el jefe del Segundo Cuerpo de Ejército, Leopoldo) Galtieri. Así me enteré absolutamente de todo: lo que pasó en la Quinta de Funes y el paso de los detenidos por la Escuela Magnasco hasta tanto (Juan Daniel) Amelong acondicionara un campo de su familia, que se llamó La Intermedia, que está exactamente enfrente de la estación de servicios YPF, sobre la autopista Rosario-Santa Fe, muy cerca del río Carcarañá.
-¿Le contaron también lo que había pasado con los mellizos?
-Sí. Esto es tan terrible que parece alucinante. A Navone se le ocurre quedarse con el varón, pero no con la nena. A la nena la llevaron Amelong y (Walter) Pagano hasta Rosario y la dejaron en el Hogar del Huérfano. Pusieron un escarbadientes en el timbre que está sobre la calle Maipú para que las monjas se vieran obligadas a recogerla y ellos poder escapar. En cuanto al chico, nació con algún problemita de salud, que no era nada serio, sino algo que suele ocurrir en los partos múltiples, porque tragó un poquito de líquido amniótico. Por eso dijeron que tenía problemas, que se había ahogado y había nacido muerto. Eso es mentira. Es un invento de Navone para quedarse con el niño. Lo atendieron en el Instituto Privado de Pediatría hasta que salió del cuadro y de ahí fue a parar a la casa de Norma Ramos, que era una celadora de la Policía de Menores de Rosario y tenía una casa en la zona sur, en los aledaños de Uriburu y Oroño, adonde iban a parar todos los bebés para después negociarlos. De eso se ocupaba una abogada, Leyla Perazzo, y el precio variaba según las características fisonómicas de los chicos. Ahí fue a parar el hijo de Raquel Negro y de ahí lo sacó Navone.
-De esta respuesta se infiere que había un grupo dedicado a la comercialización de bebés. ¿Solo lo hacían con hijos de desaparecidos o había una red más amplia?
-Bueno... la segunda parte de la pregunta involucra el contenido de la primera también. Y debo decir que no. Era solo una parte de la logística con la que contaban para el caso de los hijos de desaparecidos y aquellos que sobrevivían a enfrentamientos armados. Ese era el método que utilizaban en esta área, no sé como operaban en otras regiones. Aunque también hay casos de chicos que fueron entregados a sus familias.
-¿Qué relación tenían Ramos y Perazzo con la patota del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario?
-(Risas) Eran miembros de la patota y se valían de su condición de policías. Por supuesto que también recibían algunos aportes adicionales en su sueldo por esta función tan importante que desempeñaban.
-Se sabe que Amelong y Pagano se llevaron a la nena, pero ¿quien llevó al varón a esa casa?
-No lo sé. Quién se llevó al niño a la casa de Norma Ramos, no lo sé.
-¿Por qué Navone querría apropiarse del varón siendo que ya tenía hijos?
-Sí. Lo de Navone en relación con Raquel Negro también es muy tétrico. Cuando a Raquel Negro la ingresaron en el Hospital Militar de Paraná, estuvo con cuidados especiales hasta que se produjo el parto, pero después había que cumplir la orden de Galtieri de fusilarla, porque ese era el costo que debía pagar por la traición de Tucho Valenzuela. Como Amelong y (Pascual) Guerrieri sabían que Navone quería quedarse con el niño, lo obligaron a fusilarla. Entonces la llevaron a los fondos del hospital, prácticamente desnuda, con ella sosteniéndose el vientre todavía, y Navone pidiéndoles a Amelong y Guerrieri que fueran ellos quienes la maten. Pero los otros lo obligaron a que lo hiciera y Navone la fusiló con un tiro en la frente. Por eso ella volvió a La Intermedia desnuda y con una bolsa de nylon en la cabeza, para que no les ensuciara el baúl del Peugeot 504, que manejaba Marino González. Parece kafkiano, pero fue así. Y ahí fue entonces que le entregaron el niño. Pero el que tuvo que apretar el gatillo fue Navone.
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