miércoles, 30 de marzo de 2011

El descargo del dictador enyesado

JORGE RAFAEL VIDELA DICE QUE NO SE DEFIENDE

El dictador Jorge Rafael Videla renunció a su derecho de defensa en el juicio que se le sigue por la apropiación de bebés nacidos cuando sus madres estaban en cautiverio en centros clandestinos de detención durante la dictadura. Lo hizo porque dijo sentirse “condenado de antemano, y por tanto carece de sentido”, y así fundamentó su negativa a prestar declaración indagatoria.

Por medio de una videoconferencia desde el establecimiento penitenciario ubicado en Campo de Mayo, donde el represor permanece alojado cumpliendo prisión preventiva, Videla aseguró que esa supuesta persecución “comenzó con el prejuzgamiento del decreto 158/83 dictado por el entonces presidente Raúl Alfonsín”. De esa manera se refirió a la norma por la cual la Cámara Federal celebró el juicio oral y público a los comandantes de las tres primeras juntas militares que usurparon el poder el 24 de marzo de 1976 y en el que Videla fue condenado a “reclusión perpetua y destitución”. Ayer el represor solicitó autorización al Tribunal Oral en lo Federal Seis (TOF6) para efectuar “breves consideraciones” y fue en ese momento que calificó a la existencia de un “plan sistemático” para el robo de bebés como “la falacia más grande contenida en este juicio”, tras lo cual “descargó de responsabilidad a sus subalternos” y se negó a contestar preguntas.

Con un poncho de vicuña sobre sus hombros y espalda, cubriéndole el brazo enyesado, y con voz clara y enérgica, el ex presidente del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional reiteró que es su deber asumir “la plenitud de lo actuado en la guerra contra el terrorismo subversivo”. En ese sentido insistió, tal como lo hace en cada declaración en todos los juicios que afronta, en que “descargo de responsabilidad a todos mis subalternos, que siguieron mis indicaciones y directivas, a las que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas calificó de inobjetables”. El dictador, al igual que hizo el represor Jorge Acosta en su oportunidad, afirmó que “no hay 30 mil desaparecidos ni 500 bebés robados y esa mentira nos va a llevar a una nueva guerra civil de corte trotskista”, al tiempo que sostuvo que “no puede atribuirse a las Fuerzas Armadas la tacha de la apropiación de menores. No hubo plan”.

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