“Necesito saber qué pasó con ellos”
La vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit, y su nieta, Mariana Pérez, declararon ayer en el juicio en el que se juzga a tres represores, entre ellos al ex jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, Omar Domingo Rubens Graffigna, por la desaparición de Patricia Julia Roisinblit y José Manuel Pérez Rojo.
“Estoy muy contenta de que llegué a vivir este momento”, dijo casi al finalizar su declaración Rosa Roisinblit, que recién a los 96 años puede presenciar el juicio por la desaparición de su hija y de su yerno, quienes estuvieron secuestrados en la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA), un organismo de espionaje de la Fuerza Aérea en la zona oeste del conurbano que funcionó un centro clandestino de detención.
“Necesito saber quién se los llevó, a dónde se los llevaron, qué pasó con ellos”, reclamó la vicepresidenta de Abuelas. En la sala estaban los tres imputados: Graffigna, el ex jefe de la RIBA, Luis Tomás Trillo, y el ex personal civil de inteligencia Francisco Gómez, quien, junto con su ex mujer, María Teodora Jofré, se apropió del niño que Patricia parió en la ESMA, donde fue llevada desde la RIBA para dar a luz.
Mariana Pérez, hija mayor de Patricia y José, presenció el secuestro de sus padres y luego de unas horas fue llevada a la casa de sus familiares paternos, con quienes se crió. Durante su testimonio pidió que “de alguna manera este proceso dé cuenta de lo que me pasó a mí” y agregó: “No hay una consciencia cabal de lo que significa crecer buscando un hermano”.
“Cuando fue el operativo en el que me secuestraron con mis padres tenía apenas 15 meses. No tengo recuerdos, los primeros recuerdos son de lo que me han dicho mis abuelos”, relató Mariana. También rememoró que debió hacer consciente que su mamá estaba embarazada: “Algo que estaba guardado porque obviamente me habían preparado para la llegada de ese hermano, porque cuando desapareció mi mamá estaba de ocho meses”.
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