miércoles, 5 de septiembre de 2012

Testimonio de la nieta Catalina de Sanctis Ovando

"Los dos son responsables”

“Que este tribunal y la sociedad tomen conciencia de la real responsabilidad de estas dos personas y que era requisito que mis padres murieran para que ellos se quedaran conmigo”, pidió la nieta Catalina de Sanctis Ovando ante el TOF 1, de San Martín. Catalina involucró directamente al ex oficial de Inteligencia del Batallón 601 Carlos del Señor Hidalgo Garzón y a su mujer, María Francisca Morillo, imputados por su apropiación.

“Crecí creyendo que era Carolina Hidalgo Garzón, que había nacido el 15 de agosto. Fui criada por un militar (Carlos del Señor Hidalgo Garzón) y por ella (María Francisca Morillo), que decía que era psicopedagoga y no era. Mi adolescencia fue muy dolorosa y me avergonzaban mucho”, dijo Catalina.

La joven contó que cuando la localizaron de Abuelas de Plaza de Mayo no quiso hacerse el análisis genético y que hicieron un allanamiento en su casa para obtener su ADN, lo que fue “un alivio”. Luego se dio cuenta de que sus apropiadores “sabían, que ella sabía que había una mujer que estaba por parir y se iba a quedar con su hija”. También contó que cuando supo que era hija de desaparecidos, su apropiador le empezó a gritar: “¡Hija de subversivos!”. Catalina es hija de Miryam Ovando y Raúl René de Sanctis, ambos dessaparecidos. Ella nació en el Hospital Militar de Campo de Mayo.

También declaró Rodrigo Amieva, marido de Catalina, quien narró cómo su mujer le contó sobre su origen. Le dijo que “ella siempre tuvo un recuerdo, como un sueño, de que era adoptada y que eso lo pudo confirmar”. “La conocí –dijo– con una identidad falsa y después todo lo que pasó fue un proceso duro. Es inimaginable lo que le pasó, es difícil. Sin embargo, yo empecé a ver un poco más de luz en ella. Cuando vio por primera vez una foto en la que se vio parecida, le cambió la cara. Conocer la gran familia que es Abuelas de Plaza de Mayo, conocer a todos los nietos... Yo los veo cuando se juntan periódicamente, que se conocen desde siempre y se acompañan y tienen sus buenos días y malos, y siempre se encontraron. Y saber que siempre la buscaron. Para mí, mi mujer es una leona y espero que sirva de ejemplo para que otros se animen. Me saco el sombrero”.



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